Secadoras de evacuación y condensación

Secadoras de evacuación y condensación: ¿Cuál es mejor?

Esta guía técnica está dedicada a las principales diferencias entre secadoras de evacuación y condensación, así como a la definición de cada una de ellas con la intención de facilitar la decisión que tomarás al optar por una o la otra. En cuanto a sus diferencias, hemos identificado 3 diferencias principales a tener en cuenta a la hora de comprar una secadora: instalación, consumo energético y mantenimiento y limpieza.

Secadoras de evacuación

Para comprender las diferencias entre las secadoras de evacuación y condensación primero es necesario entenderlas por separado. La secadora de evacuación expulsa al exterior el aire cargado de humedad extraído de la lavandería. Este aire húmedo se expulsa a través de un conducto flexible montado en la secadora y conectado a un respiradero en la pared. El extremo del conducto de ventilación también puede colocarse directamente en el alféizar de una ventana abierta. Para evitar problemas de humedad excesiva, la secadora puede instalarse en una habitación bien ventilada, como un garaje, un lavadero, etc.

Secadoras de condensación

Por otra parte, y como parte de esta diferenciación que pretendemos hacer entre las secadoras de evacuación y condensación, tenemos a la segunda opción. La secadora de condensación hace pasar el aire húmedo a través de un condensador, donde el agua se condensa al entrar en contacto con las paredes frías. A continuación, el aire seco se libera en la habitación. El agua se recoge en una bandeja de goteo, que debe vaciarse después de cada ciclo. También puede enviarse directamente al desagüe (como una lavadora) si se instala un kit de desagüe directo. El agua recuperada contiene restos de detergente y pelusas de la ropa: no puede utilizarse para otros fines. En particular, no se recomienda utilizarla para su generador de vapor: no es agua desmineralizada.

Diferencias entre las secadoras de evacuación y condensación

Diferencia 1: Instalación de la secadora

En cuanto a la instalación de secadoras de evacuación y condensación existen diferencias muy marcadas en cuanto a la instalación del aparato. Una secadora de evacuación requiere un tubo de escape que descargue la humedad al exterior. Esta instalación debe incluir un tubo de desagüe de al menos 1,20 m de longitud, situado a 30 cm del suelo. Para ello, hay que taladrar un agujero en la pared para instalar la secadora correctamente. Esta es la razón principal por la que se recomienda encarecidamente elegir este tipo de secadora si se vive en una casa.

A diferencia de la secadora de evacuación, la secadora de condensación es muy fácil de instalar. Es muy recomendable si vives en un piso. Basta con enchufarlo a una toma de corriente para que funcione correctamente. El depósito de recuperación de agua permite recuperar la humedad de la secadora. Sólo es necesario vaciarlo al final de cada ciclo de secado. Sin embargo, algunas secadoras de condensación disponen de un kit de desagüe que permite conectarla al sistema de evacuación de aguas residuales mediante una pequeña manguera (como en una lavadora). Como puedes ver, en este aspecto la diferencia entre las secadoras de evacuación y condensación es bastante marcada y todo dependerá de si vives en una casa o un piso.

Diferencia 2: Consumo de energía

La diferencia entre las secadoras de evacuación y condensación se nota con gran énfasis en el consumo de energía. Aquí comparamos los distintos tipos de secadoras sobre la base de 160 ciclos de secado al año.

  • Secadoras de evacuación: Este tipo de secadoras consume mucha energía. Con una clase energética B o C, son los aparatos que consumen más energía. El consumo anual de energía se sitúa entre 560 kWh y 720 kWh, lo que supone un coste más elevado. Esta diferencia entre secadoras de evacuación y condensación podría marcar la diferencia a la hora de comprar una u otra.
  • Secadoras de condensación convencionales: el consumo eléctrico de las secadoras de condensación oscila entre 299kWh y 616kWh al año. El coste es inferior al de una secadora de evacuación, pero aun así merece la pena tenerlo en cuenta a la hora de comprar una secadora. La clase energética de una secadora de condensación oscila entre A++ y B. Estas diferencias entre las secadoras de evacuación y condensación son importantes a la hora de comprar una u otra.
  • La secadora con bomba de calor: Aunque no es propósito de este articulo tratar las bombas de calor, cabe la pena destacar este aspecto en comparación con las secadoras de evacuación y condensación. El criterio del consumo de energía es una ventaja para las secadoras con tecnología de bomba de calor.  La clase energética de este tipo de secadora se sitúa entre A+ y A+++. El funcionamiento en circuito cerrado de la bomba de calor permite reducir el consumo entre 169 y 277 kWh al año.

Diferencia 3: Mantenimiento y limpieza

La tercera diferencia entre las secadoras de evacuación y condensación es el mantenimiento y la limpieza de los aparatos. Cada tipo de aparato requiere distintos niveles de mantenimiento para que funcione correctamente.

La secadora de evacuación es muy fácil de mantener:

Una vez realizada la instalación correctamente, el conducto de extracción se encarga de vaciar la secadora de humedad. No es necesario limpiar el condensador ni vaciar la bandeja de drenaje. El único mantenimiento necesario es limpiar la pelusa del filtro de la secadora después de cada uso. Los secadores de condensación son más exigentes en cuanto a mantenimiento y limpieza. Después de cada ciclo de secado, hay que limpiar el filtro para eliminar la pelusa y vaciar la bandeja de recogida de agua. Para prolongar la vida útil del aparato, es aconsejable limpiar el condensador al menos una vez al trimestre. El mantenimiento entre las secadoras de evacuación y condensación es uno de los puntos clave para decidirse optar por una u otra al momento de adquirir una nueva lavadora para tu casa.

Estas diferencias entre las secadoras de evacuación y condensación pueden permitir la elección de una buena secadora en tu futura compra; siempre será bueno poner todas las cartas sobre la mesa para obtener la mejor satisfacción al momento de adquirir un nuevo electrodoméstico para tu hogar.

 

 

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