Si quieres comprar una casa de vacaciones para ti y toda tu familia, lo más probable es que necesites obtener una hipoteca para esa propiedad. Las hipotecas de segunda vivienda son diferentes a las hipotecas sobre una residencia principal. Aunque, algunas personas pueden permitirse comprar una segunda vivienda utilizando dinero en efectivo, la mayoría necesita pedir un préstamo; ya que casi la mitad de los compradores de viviendas vacacionales e inversores financian hasta el 70% de su compra.
A continuación, te presentamos un resumen de lo que debes saber sobre la financiación de hipotecas de segunda vivienda. Esto incluye si puedes permitirte una segunda vivienda, opciones para hacer un pago inicial y más.
¿Puedo permitirme una segunda vivienda?
Antes de tomar esta importante decisión financiera, tendrás que averiguar si puedes permitirte iniciar los trámites para comprar una segunda vivienda. En primer lugar, suma todos los gastos. No sólo los costes de la compra, sino también los que no resultan evidentes a primera vista. Entre ellos se incluyen el pago inicial y las cuotas mensuales de la hipoteca, así como los gastos de cierre, los servicios públicos, los impuestos sobre la propiedad, los seguros, la jardinería, los gastos de viaje y otros gastos de mantenimiento. Sólo así podrás establecer un cálculo aproximado que te clarificará si estás en condiciones de adquirir una segunda vivienda y si podrás acarrear los gastos que implican las hipotecas de segunda vivienda.
¿Qué son las hipotecas de segunda vivienda?
Las hipotecas de segunda vivienda son un tipo de hipoteca para comprar una segunda vivienda, que no debe confundirse con una rehipoteca o una hipoteca de segunda carga. Las mismas, están destinadas a personas que desean adquirir una segunda vivienda para uso propio (como casa de vacaciones, para estar más cerca del trabajo durante la semana o para un familiar, por ejemplo) y no para alquilarla, en cuyo caso se necesitaría una hipoteca de compra para alquiler.
Además, funcionan de la misma manera que una primera hipoteca, pero con comprobaciones de asequibilidad más estrictas, porque pagar una segunda hipoteca podría suponer una carga financiera considerable. Así que, si quieres conseguir una hipoteca para una segunda vivienda, tienes que asegurarte de que tus finanzas están en orden. Puede que estés llegando al final de las cuotas de tu primera hipoteca y creas que puedes asumir cómodamente un préstamo para una segunda vivienda, por ejemplo. Puedes utilizar una calculadora de hipotecas para segunda vivienda para ver cuánto podrías pedir prestado y cuáles serían las cuotas probables.
Las diferencias entre las hipotecas de primera vivienda y las hipotecas de segunda vivienda
En tu primera hipoteca, puedes dar una entrada de tan sólo el 5%, dependiendo de tu solvencia y otros factores. Sin embargo, para las hipotecas de segunda vivienda, es probable que tengas que dar una entrada de al menos el 10%. Dado que una segunda hipoteca suele suponer una mayor presión financiera para el comprador, los prestamistas suelen exigir una puntuación crediticia ligeramente superior. El tipo de interés de una segunda hipoteca también puede ser más alto que el de la hipoteca principal. Por lo demás, el proceso de solicitud de hipotecas de segunda vivienda es similar al de una hipoteca para vivienda principal. Como con cualquier préstamo, debes investigar, hablar con varios prestamistas y elegir el que más le convenga.
Requisitos para las hipotecas de segunda vivienda
Antes de solicitar las hipotecas de segunda vivienda, revisa tu puntuación crediticia, tus activos y tus ingresos, igual que haría un prestamista. Al comprar una segunda vivienda, es probable que necesites dinero extra en reserva que pueda cubrir los pagos de la hipoteca en caso de que tengas una pérdida temporal de ingresos. Las personas bien cualificadas probablemente necesiten al menos dos meses de reservas, mientras que los solicitantes menos cualificados pueden necesitar al menos seis meses de reservas. Un mes de fondos de reserva debería bastar para cubrir el pago mensual de la hipoteca de ambas viviendas.
Al igual que en el caso de una primera hipoteca, durante el proceso de solicitud de hipotecas de segunda vivienda deberás aportar documentación sobre tu empleo, ingresos sostenidos, buen historial financiero, puntuación crediticia, el resto de tus deudas y un capital suficiente en tu vivienda. Los prestamistas verificarán la información sobre tu empleo y tus ingresos revisando los formularios más recientes y los últimos talones de cheques que cubran 30 días, si procede.
Los requisitos de relación deuda-ingresos…
Éstos, pueden depender de tu puntuación crediticia y de la cuantía del pago inicial. En general, cuanto mayor sea el pago inicial y la puntuación crediticia, más probable será que el prestamista permita un préstamo más alto. Algunos propietarios pueden optar por compensar sus gastos alquilando sus casas de vacaciones cuando no las utilizan. Hacer esto podría violar las condiciones de tu hipoteca porque estás utilizando la propiedad como una inversión en lugar de una verdadera segunda residencia, lo que supone un mayor riesgo para el prestamista.
Para que se considere segunda vivienda o vivienda de vacaciones y así puedas obtener hipotecas, la propiedad debe:
- Estar habitada por el propietario durante una parte del año.
- Ser una vivienda de una sola unidad que pueda utilizarse todo el año
- Pertenecer únicamente al comprador
- No estar alquilada ni gestionada por una empresa de gestión
Para solicitar préstamos para una segunda vivienda se suele exigir como mínimo lo siguiente:
- Ahorros: Las hipotecas de segunda vivienda cubren hasta un 70% del valor total del inmueble, por tal razón debes disponer de un buen fondo de ahorros que te permita hacerle frente al importe del inmueble.
- Salario alto y estable: El plazo de amortización de los créditos de las hipotecas de segunda vivienda son más reducidos que los de primera residencia, por ello, los bancos suelen exigir que se disponga de un salario alto y estable para permitir contratar este tipo de servicios.
- Garantías adicionales: Algunas entidades bancarias suelen exigir algunas garantías adicionales para reducir los riesgos de impago. En algunos casos, para aprobar las hipotecas de segunda vivienda se suele solicitar un avalista que responda en caso de impago.